on 2013/1/27 18:24:52 (800 reads)

EL ARTE DE EDUCAR EN EL VACÍO. Si ves la barba de tu vecino arder……

En una valla publicitaria de la ciudad de Caracas se lee en una caricatura de Ramia: La Convivencia Social es un Arte. No solo el arte de la convivencia en ambientes turbulentos se está convirtiendo en una competencia indispensable para los venezolanos. El arte de educar en un país cuyo folklore de fin de siglo y comienzos del XXI se construye con “el cuento de cada día”, compuesto por ironías, contrastes, anecdotarios necrófilos y/o jocosos, disparates y absurdos en lo político, económico y social, construyen un inmenso repertorio de fábulas criollas que en un futuro podrán convertirse en excelente mina de exportación para aquellos países que se encuentren en situaciones similares. Como diría el refrán: “Si ves la barba de tu vecino arder, pon la tuya en remojo”

Construyendo una metáfora sobre la situación política, se diría que Venezuela es un aula de clases cuyo profesor titular está de reposo post operatorio y una lista de interinos y extranjeros no calificados intentan hacer la suplencia, como sucede con un inmenso número de instituciones educativas sin directores y docentes titulares. Cuando el profesor no se hace presente, los estudiantes comienzan a “hacer de las suyas”, los conflictos se exacerban, el acosador persigue con más fuerza a sus víctimas y el clima escolar se convierte en un peligroso caldo de disturbio y violencia. Pronóstico similar al que se avecina.

En La película “la Ola” de Dennis Gansel, basada en el libro del escritor Morton Rhue, un profesor realiza un experimento social con sus alumnos intentando ejemplificar con vivencias construidas adrede, el concepto de dictadura. El desenlace es fatal, uno de sus estudiantes se suicida. El irresponsable experimento sociopolítico al estilo “reality show” que se ha intentado implantar en Venezuela desde el año 1999, ya arrastra suicidios, homicidios, persecuciones, invasiones, miseria e incontables enfermedades sociales. Es fuerte el cansancio de tantos años de retórica con intenciones hipnóticas para desdibujar los principios democráticos que todavía persisten por encima del permanente acoso político.

Durante este turbulento, oscuro y peligroso período de la historia venezolana, los educadores han impactado con importantes luchas en defensa de la educación. Como parte del recuento histórico debe reconocerse la inspiradora frase CON MIS HIJOS NO TE METAS, que impulsó las acciones ciudadanas de calle en forma organizada para contener las nacientes amenazas del régimen. Sigue vigente la poderosa frase para contener el nefasto experimento, se necesita liderazgo educativo activo por encima del cansancio y la injuria. Retomar el sentido es la determinación necesaria como estrategia clave para anclar la educación que baila en el absurdo y el vacío.

Lic. María Antonieta Angarita