LA CUARTA REVOLUCION INDUSTRIAL SE NOS ACERCA

En la reunión de Davos de enero 2016, se hizo énfasis en los transcendentales  cambios que ocurrirán en los próximos cinco años, cuyos efectos nos situarán en un marco de transformaciones de tal magnitud que,  sin duda alguna, presenciaremos la cuarta revolución industrial.

Frente a este acontecimiento, caracterizado por la disrupción tecnológica, nos presentarán grandes retos, si consideramos que para el 2020 más de siete millones de puestos de trabajo desaparecerán, entre ellos una parte de los dedicados a trabajos rutinarios de oficina, y aún cuando se estima una demanda importante en nuevos tipos de actividades, siempre habrá una oferta creciente  de mano de obra no calificada o carente de las destrezas y habilidades requeridas para competir con éxito en las economías globales.

Es por esta razón, y ante la inminente necesidad de aceptar que la nueva revolución industrial, se fundamenta en el talento, nos es preciso indagar sobre las directrices de una política con objetivos orientados al desarrollo de las capacidades de nuestros jóvenes, poniendo a su servicio un sistema educativo adecuado, que le permita competir en las condiciones  requeridas  en el mercado laboral.

En el informe de Davos se especifica que habrá mayores posibilidades para  los que hubiesen tenido una buena formación en las áreas de Ciencias, Tecnológica,  Ingeniería, o  Matemáticas.  Es en este punto, donde hacemos un llamado a nuestros políticos, tanto del Poder Legislativo como del Ejecutivo para que conjuntamente con los educadores del sector privado, den prioridad a las propuestas que lidericen la formulación unas políticas orientadas al cambio del sistema educativo.

En el futuro cercano, se observan cambios en la manera de hacer las cosas, siendo las habilidades más demandadas para el 2020 la resolución de problemas complejos, el pensamiento crítico, la creatividad, la gestión de personal, la inteligencia emocional, juicio y toma de decisiones.

En esa sociedad, la cuarta la revolución industrial , nos obliga sino queremos permanecer fuera de toda participación, a considerar el entorno regional y global donde ya se manifiestan algunos signos orientadores, tales como el desarrollo en genética, la inteligencia artificial, la robótica, la nanotecnología, la técnica de la impresión en 3D, la biotecnología,.  Se estima que el 65 % de los actuales estudiantes de primaria acabarán desempeñando empleos que hoy, no existen.

Como cerrar la brecha, de nuestro sistema educativo, es el gran reto, debemos pensar en nuestros jóvenes receptores de una educación sin el dominio del idioma , carentes de los fundamentales principios del razonamiento lógico y menos aún del desarrollo de las aptitudes para la innovación, por el contrario el facilismos, la ley del mínimo esfuerzo aupado por políticas orientadas a la masificación en deterioro de la formación de calidad, nos ha conducido a una situación tan terrible que ha venido involucionando de tal manera que, hoy en día, tenemos bachilleres sin conocimientos indispensables para su futuro desarrollo, como lo serían las matemáticas, la física, química e ingles.  En conclusión es importante la aplicación de una prueba internacional  para conocer adonde estamos y observar las tendencias e incorporar los nuevos conocimientos digitales, formativos para aplicar la innovación en todo el sistema.

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         Aida Lamus