on 2012/2/13 13:46:16 (3134 reads)
La industria minera, sea esta de productos sólidos, líquidos o gaseosos, siempre produce alteraciones ambientales irreversibles, quizás por sus características metodológicas, pero la industria petrolera es una de las menos impactantes en cada uno de sus pasos. Estos son: 1) Exploración, 2) Perforación, 3) Extracción y Distribución y 4) Comercialización y Envio.

La Exploración, generalmente llevada a cabo por geofísicos con la llamada Sísmica, produce un pequeño impacto local y temporal aunque en nuestro País se ha producido la desaparición de caños y morichales posiblemente como resultado del derrumbe de ríos subterráneos. La Perforación implica el impacto de una mayor superficie, pero también es temporal y si se tratan los lodos de perforación la contaminación es localizada y relativamente pequeña. En la Extracción y Distribución el mayor impacto es con la construcción de oleoductos que pueden actuar como barreras espaciales para la fauna pero con el tiempo este efecto se minimiza y en la Comercialización y Envió solo hay que vigilar el vertido del lastre de los tanqueros cuando llegan a puerto.

Hasta aquí todo va bien hasta que irrumpe el factor humano, ya sea por impericia o por irresponsabilidad y el petróleo, dada su naturaleza líquida, se derrama y dispersa. Estos casos son particularmente graves en ambientes acuáticos, todos recordamos la tragedia del Exxon Valdez en Alaska por culpa de un capitán borracho o las numerosas “mareas negras” resultantes de accidentes marinos.

Estos derrames son particularmente graves en áreas restringidas ya que la forma de controlarlos es con barreras físicas o por medios químicos, como sustancias surfactantes, que ayudan en la dispersión pero son agentes químicos externos al ecosistema.

En nuestro País para nadie es un secreto la situación del Lago de Maracaibo, bien por su condición intrínseca de fuente petrolera o por las voladuras de los oleoductos colombianos que “desaguan” en el Lago principalmente por el Río Catatumbo. Sin embargo, hasta ahora con casi 100 años de historia petrolera no se había registrado un accidente como Jusepín cuyo resultado es el vertido de una cantidad considerable de petróleo en el Río Guarapiche, afluente del San Juan y que desemboca en el Norte del Delta del Orinoco, atravesando una buena porción de territorio casi virgen entre los estados Monagas y Sucre.

Las consecuencias a corto plazo son evidentes, ya que hasta el suministro de agua potable a Maturín se ha visto afectado, pero las de largo plazo no las podemos medir pero sin duda serán significativas. Así al ser un río relativamente pequeño, la fauna acuática se va a ver notablemente disminuida, empezando por el plancton y siguiendo por los peces, además toda la fauna terrestre que depende del recurso acuático se verá seriamente afectada todo esto sin contar con qué pasará cuando el petróleo llegue al mar.

Como se indicó arriba, la industria petrolera es relativamente poco dañina ambientalmente, el dañino es el factor humano que debe estar consciente del necesario mantenimiento de las instalaciones y sobre todo de la capacitación del personal responsable y el directamente implicado en todas las fases del proceso. El petróleo no contamina, contamina el Hombre

Contacto: aipop@aipop.org – http://www.aipop.org

Dr. RICARDO GUERRERO

Profesor Titular, Fac. de Ciencias, Universidad Central de Venezuela