nicolas-maduro-moros-500x300on 2015/1/12 20:12:25 (348 reads)

En su última rueda de prensa, nuestro Presidente lejos de pronunciarse frente a la crisis que nos agobia, inició su discurso con ofrecimientos que parecieran dirigidos a encantar a unos seres carentes de capacidad de análisis, alienados, sin otra ilusión que obtener los bienes necesarios de la canasta básica a precios que sus menguados ingresos afectados por una inflación cercana al 70% los han colocado en serias dificultades, sin que pueda observarse una tendencia favorable ante el impacto de la baja de los precios del petróleo en los mercados internacionales.
En una evidente distancia con la realidad, el señor Maduro plantea soluciones sin fundamento alguno, ahora con recursos escasos va a hacer lo que en la abundancia despilfarró. En efecto, Venezuela a diferencia de los países petroleros que ahorraron e invirtieron y hoy se encuentran en condiciones de soportar la volatilidad de los precios, porque supieron tomar las previsiones en conocimiento del desarrollo de fuentes alternativas de energía y aún más se ubicaron en posiciones sólidas al desarrollar otros sectores de su economía e invirtieron en innovación, educación, seguridad social, crearon fondos soberanos, convertidos en grandes inversores institucionales de gran relevancia en los mercados internacionales; en palabras sencillas tomaron el ejemplo de las hormigas y se prepararon para el largo invierno inclemente, en el cual, la capacidad de lograr el éxito, está reservada en primer término a los previsores, sin embargo posiblemente haya una oportunidad a los países que reconozcan la situación de emergencia, las causas de su delicada situación y estén dispuestos a abandonar un modelo fracasado.
La luz en la obscuridad, solo es visible cuando, el líder en este caso Usted señor Maduro tenga la suficiente fuerza para reconocer la causa esencial de la crisis, cuyo origen se encuentra en el legado inviable de su predecesor contenido en el proceso centralizador del poder político y económico, en detrimento de los derechos de los ciudadanos, prevaleciendo el Poder del Estado sobre las libertades. Es así como se perdió la confianza del inversor con medidas violatorias de las reglas de convivencia, del ejercicio de los derechos de propiedad, las expropiaciones basadas en el voluntarismo del jerarca, la administración de los recursos provenientes de la explotación petrolera al servicio de del socialismo del siglo XXI, orientado a elevar los apoyos de los venezolanos con el incremento del gasto público y no de la inversión.
Por otra parte al considerar a la empresa privada como su adversario y no como una institución social indispensable para el desarrollo del hombre en sociedad, pretendiendo sustituir el esfuerzo creador del empresario por actividades del sector público, nos ocasionó el resultado conocido por todos: mayor dependencia de las importaciones, de los ingresos petroleros, ineficiencia, escasez e inflación, que deben ser los motivos para iniciar el restablecimiento de reglas claras que garanticen el estado de derecho.
Liberarse del legado es un imperativo, sin lo cual solo quedará un país fracasado, con serias posibilidades de entrar en cesación de pagos, caos interior y mayor sufrimiento para la población. Señor Presidente, es ahora cuando Usted debe abrirse oiga a tantos venezolanos que en su crítica positiva han hecho un llamado a la rectificación, no es con el socialismo del siglo XXI que podríamos tener un desarrollo sustentable, es en una sociedad donde el Estado respete los derechos de los ciudadanos, en democracia y libertad, donde el reconocimiento de las instituciones políticas y sociales sea la norma, donde la transparencia de administración pública permita establecer los correctivos necesarios para generar la confianza indispensable.
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Dra. Aída Lamus Valero