A PENSAR EN EL PAIS QUE QUEREMOS

Después del 1S una nueva oportunidad se nos ofrece a los venezolanos,  en lo inmediato hacer realidad  lo que hasta esa fecha era un deseo, el revocatorio como manifestación de voluntad de una mayoría que transciende las exigencias normativas, se nos ha convertido en un trámite cuyo resultado depende del esfuerzo constante de la sociedad civil, pues ya el gobierno carente de legitimación, convertido en un régimen de fuerza se encuentra yacente ante lo inevitable, su salida pacífica por la vía electoral  lo ha sumergido en el laberinto, donde solo acciones desorientadas apresuran la toma de conciencia del pueblo en demanda de una solución diferente a las erróneas políticas del gobernante.

Es entonces, frente a esta realidad que hacemos un llamado a las mentes más preclaras del país, para plantear a nuestros conciudadanos una visión sobre la sociedad que queremos.  Muchas son las propuestas, que como un mensaje sin destino se han manifestado, en los múltiples encuentros realizados a lo largo de estos terribles años, pero que impedidos por el mesianismo de un líder hegemónico, egocéntrico, quien opto por impedir la libertad, el debate enriquecedor de las ideas, o en la formulación de políticas que de alguna manera pudiesen incidir en un cambio de su utopía destructora. Es en este escenario cuando debamos iniciar la reconstrucción de un país arrasado, cuando encontremos una sociedad fracturada en sus valores, en su tejido social, en su economía, con empresas a niveles de sobrevivencia, y donde en su mayoría los habitantes han padecido escasez y algo peor, hambre manifiesta en índices de desnutrición, situación que al margen de la ayuda humanitaria, nos obliga a la búsqueda del camino correcto, dejando atrás las soluciones paternalistas, el personalismo y tantas otras vías dirigidas a obtener el poder con la oferta del facilismo, del logro del bienestar sin esfuerzo, de la dádiva a cambio del trueque de su dignidad.  I aún más militares al servicio de un proyecto político desviando la esencia de su razón de ser, la defensa de la soberanía del Estado, de su territorio con la subordinación a intereses incompatibles con los fines de la nación.

El rescate de nuestros valores es posible,  la sociedad civil que ayer en una demostración ejemplar dio una lección importantísima de valentía frente al régimen amenazador merece que, se le dé la oportunidad de participar en el necesario debate, propiciado por las academias, universidades y grupos formadores del pensamiento creativo e innovador, para ofrecer a nuestro pueblo alternativas que exijan el compromiso al futuro gobierno en la formulación de políticas públicas , acordes con el desarrollo social y económico en un marco de respeto a la dignidad de cada uno de los miembros de la sociedad, mediante la creación de instituciones sólidas con un sistema de frenos y contrapesos que garanticen el libre desenvolvimiento del hombre según sus aptitudes, favoreciendo su inserción en la sociedad del conocimiento e innovación en un mundo globalizado.

Contacto: aipop@aipop.org/www.aipop.org

              Aida Lamus Valero