on 2015/1/12 19:59:13 (480 reads)
Para conmemorar el día del Educador, a ti, maestro y a ti venezolano, te recuerdo una vez más que tus ideas no tienen suelo ni raza, te pertenecen y nada las podrá encadenar. Rechaza imposiciones arbitrarias de cualquier lado disfrazadas de doctrina sutil. Impón la paz a la violencia, la paciencia y perseverancia a la desesperación. Basta de quejarte y enfoca tus energías en cerrar las puertas a la desesperanza y a la incertidumbre, vestido de circunstancia y carencia para minar día a día tu morada y alejarte de tu capacidad de discernir. Descifra tu interior, de lo contrario, el alcance de la prueba a la que estamos sometido en esta hora, no será superada. Hazte superior a tu adversario por tu grandeza moral, que se conquista acercándote a la idea de Dios en la intimidad de la reflexión, enfócate en conseguir valor en el fondo de todo lo que sucede, entonces decide y avanza.
Solo después de vencerte a ti mismo, podrás integrarte a quienes también habrán liberado la misma cruzada, para así, hacer más fuerte la acción esperada como grupo social. Únete en servicio permanente para vencer la ignorancia que es la peor esclavitud, los tiranos viven de la ambición de unos pocos y de la ignorancia de muchos. Recuerda quién eres como ser irrepetible dotado de dignidad, razón, emoción, cuerpo y espíritu, nacido en esta tierra, que se alimentó de una teta criolla o la de una madre extranjera viviendo en esta tierra bella. Te invito a recobrar la calma y el sentido volviendo a lo que te brinda ese espacio de confianza como al niño que corre hacia los brazos de sus padres buscando protección.
Educador y ciudadano venezolano, esta Venezuela rara, de un exquisito y joven mestizaje, en la que hoy te sientes forastero, en la que unos vociferan violencia ocultando resentimiento y una inmensa necesidad de protección y afecto por duras heridas en la infancia hasta parecer que el alma se les salió del cuerpo y otros añoran paz, bienestar, progreso y seguridad, de todas maneras nos necesita donde nos encontremos. Venezuela no es el único país que sufre, nuestra historia es corta, por ahora no nos quedemos paralizados en el “por qué”, ocupémonos de transmitir el “qué y el cómo”. Asumamos el 2015, fuertes, seguros, inspiradores y valientes, nuestros hijos, hermanos, nietos, sobrinos, alumnos, amigos y toda Venezuela nos necesitan desde donde estemos.
¡Vamos, levántate! ¡persevera! deja los lamentos por lo que fue y no ha podido ser, sal del guion de la víctima y el victimario, ¡despierta mi niño, blanco, negro, indio, mulato, zambo y mestizo, hay mucho qué hacer además de lavar pañales y hacer de comer!, pinta y enseña a dibujar puertas donde no las hay para penetrar en nuevos estilos de vida amable. Avanza y cruza la frontera del dolor y la debilidad, atiende a tu fuerza, encuentra tu resonancia, sincronía y sentido de vida en esta tierra amada o donde la lleves contigo, es desde allí de donde saldrá ese renovado impulso todas las veces que sea necesario que te llevará donde llegan los que triunfan a pesar de inmensas dificultades cumpliendo historias convincentes de influencia y liderazgo. Pase lo que pase, serás recordado como un hombre o mujer venezolana que dejó una huella indeleble a su paso para quienes te conocieron y amaron. ¡Unamos esfuerzos de mano a mano!
Contacto: aipop@aipop.org / www.aipop.org Lic. María Antonieta Angarita