on 2012/7/30 0:26:29 (861 reads)
DOS MODELOS DE GESTIÓN DE EMPRESAS EN EL SIGLO XXI
La concepción socialista en la gestión de la empresa y la transformación tradicional de la gestión capitalista de la empresa en una institución social indispensable para alcanzar el desarrollo armónico de la sociedad, constituyen dos enfoques de gran importancia en nuestro país ya que las consecuencias sobre la implantación de uno de ellos causará efectos transcendentales sobre nuestros valores, en la manera de relacionarnos, en los sistemas de convivencia, e incluso en los mecanismos de participación del individuo con los grupos y asociaciones.
En el modelo de gestión socialista y de desarrollo económico identificamos como objetivo el de superar la tantas veces mencionada explotación capitalista a los trabajadores y al conjunto de la población, para lo cual requieren de la planeación y control de la economía en todas sus escalas nacional, regional y local de las empresas todo ello, sin dudar en introducir lo que han denominado alternativas de intercambio (hoy superadas) como el trueque y las asociaciones colectivas o comunas, así como la introducción de diferentes tipos de propiedad: la estatal, la social directa a través de los consejos comunales se puede aceptar la propiedad privada en la transición siempre que ésta se encuentre subordinada a la propiedad de los tipos indicados..
Es de resaltar que en la gestión de la empresa socialista, se pretende que esta sea conjunta y a tal efecto todos participan así los voceros del Estado, los trabajadores de la comuna ,los productores de materias primas se hace más hincapié en la toma de decisiones colectivas, sin que se establezcan las responsabilidades en un marco de gestión con definición precisa de objetivos, con frecuencia se sacrifica la viabilidad de la empresa en aras de beneficios inmediatos, con resultados que hoy en día pueden encontrarse en la reducción de la productividad de las empresa estatizadas, alta ineficiencia fallas constantes en los servicios prestados, endeudamientos sin control que dificultarán en el futuro cercano nuestra participación exitosa en los mercados globales.
Es posible, que hubiese alguna razón, entre los adherentes a esta versión del socialismo, si el capitalismo sobre sus mismos errores no hubiese presentado una versión muy alejada de la concepción original, basada en los beneficios de los accionistas. Por esencia la empresa en el siglo XXI debe orientar sus esfuerzos lograr su sustentabilidad, pero es mucho más que eso, en lo interno asume el compromiso con sus trabajadores no solo de actuar conforme a la Ley con el respeto a los derechos humanos, sino el de ayudarlo a desarrollar sus habilidades, capacitación continua e integrado a una familia. En lo social, la empresa pasa a ser considerada como una institución de cuyos aportes conjuntamente con el Estado harán posible el desarrollo de la sociedad y por ende el de los individuos que en plena libertad y con el respeto a su dignidad puedan realizar su vocación dentro de un marco de valores que permitan la convivencia.
El objetivo común, el desarrollo de una sociedad más justa, conduce a la supresión de antagonismos y confrontaciones, en este modelo no puede privarse al innovador, al creador de nuevas empresas, al investigador que como recompensa a sus esfuerzos obtenga la recompensa. Es de advertir que los nuevos principios de gobierno corporativo, con sus mecanismos de control de gestión, harán de los países que los adopten, tener una conformación social más fuerte e igualitaria.
Dra. Aída Lamus Valero