EL ARTE DE LA GUERRA
Es un libro de estrategia que, no obstante haber sido recopilado hace más de dos mil años por un filósofo guerrero chino, continúa influyendo en el mundo de los negocios y de la política. Su autor, Sun Tzu, estableció la máxima “Es mejor ganar sin luchar”.
Para ello es que se ha ido preparando el gobierno, conocedor como es de la superioridad de la fuerza de quienes le adversan. En ese libro se señala que la utilización de la fuerza es la siguiente: “Si tus fuerzas son diez veces superiores a las del adversario, rodéalo; si son cinco veces superiores, atácalo; si son dos veces superiores, divídelo. Si tus fuerzas son iguales en número, lucha si te es posible. Si tus fuerzas son inferiores mantente apartado, si puedes hacerlo. Si eres inferior en número, huye si puedes”.
Afortunadamente, sus enseñanzas no son exclusivas para el régimen. La oposición también las conoce y puede hacer uso de ellas. “Valora las ventajas de pedir consejo y después estructura tus fuerzas en consecuencia, para añadir tácticas suplementarias.”. El engaño es fundamental para vencer al adversario. Aunque seas competente, aparenta ser incompetente. Aunque seas efectivo, muéstrate ineficaz.
La máxima que están aplicando desde que se sienten en inferioridad es: “Desanima a los enemigos con la perspectiva de tu victoria”, porque la única forma de derrotar a un ejército diez veces superior es convenciéndolo de que no debe luchar.
Para la oposición es indispensable conocer la fecha de la recolección del veinte por ciento de las firmas y del revocatorio. Hacia allí deben dirigirse todos los esfuerzos. Para ello se debe presionar en la misma forma en que lo hicieron las mujeres tachirenses cuando obligaron a abrir la frontera.
Si quienes salgan a la calle el primero de septiembre son numerosos, al gobierno no le quedará más remedio que aceptar se fijen las fechas. No se debe olvidar que si los emisarios pronuncian palabras humildes, mientras el gobierno incrementa sus preparativos de guerra, esto quiere decir que van a avanzar; pero si pronuncian palabras altisonantes y avanzan ostentosamente, es señal de que se van a retirar. Si se producen murmuraciones, indisciplinas y hablan mucho entre sí, significa que ya no son leales.
Las encuestas indican que más del ochenta por ciento de la población se encuentra en desacuerdo con la actuación de este gobierno y consideran que el culpable de la situación de crisis que se vive, no es la guerra económica, el imperio o los empresarios, sino que señalan a Maduro.
Hay que recordar que las tropas que atacan en proporción de uno contra diez, salen derrotadas. Cuando las leyes de la guerra señalan una victoria segura, hay que entrar en la batalla. ¡Enseñanzas de Sun Tzu!
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JULIO DÁVILA CÁRDENAS