on 2012/1/8 15:31:36 (918 reads)
Pareciera que ya la Asamblea Nacional tuviera en sus manos, para su pronta aprobación, la Ley sobre el Control de Armas y Municiones. Por cierto, esa Ley está redactada de tal forma que da la impresión de estar dirigida a perseguir a quienes nunca hemos delinquido, a los que ni siquiera hemos sido citados por una infracción de Tránsito y que durante muchos años hemos cumplido con lo estipulado en esa Ley, a saber:
arma de procedencia legal, ya sea vendida en una armería autorizada o bien por Cavim; el permiso reglamentario, antes expedido por Armas y Explosivos del Ministerio del Interior y Justicia y ahora por el DARFA; no presentar registro en los cuerpos de seguridad y menos en los tribunales de justicia; justificar la solicitud de porte de armas; presentar la evaluación médica exigida por ley; y pagar los aranceles correspondientes. A quienes van a controlar con la nueva Ley es a los que tenemos ese perfil, que es lo más fácil, ya que poseen todos los datos necesarios para nuestra ubicación. Me preguntaba en todo caso -luego de leer una información de prensa- si es cierto que existen 18.000 bandas que delinquen. Quien las conozca tiene por lo menos información, ubicación, nombres, apellidos, señas, modus operandi, casuística de por lo menos uno de cada integrante de las referidas bandas. Qué esperan los cuerpos de seguridad para pesquisar, detener, enjuiciar y castigar con cárcel a quienes han violado la Ley. Pudiera ser que necesitan una ley nueva para subir a los cerros, ir a las urbanizaciones, a las quebradas, a las guaridas donde están los delincuentes y apresarlos y desarmarlos. Sabemos y entendemos que las armas que tienen los que delinquen son adquiridas de forma irregular, bien sea por robo o hurto en la residencia de militares activos o en situación de retiro, en los parques de armas de la policía o de los parques militares, por robo, hurto o cambio por drogas, en asaltos a compañías de vigilancia o en asaltos a armerías, en negocios de cambalache por drogas o en asaltos a ciudadanos civiles o militares que día a día crecen. Por qué tenemos que sufrir quienes por necesidad y en defensa propia andamos portando un arma legal, mientras miles de ciudadanos que delinquen andan orondos por las calles con su arma y cometen cualquier fechoría sin que nada les suceda. Pareciera que en el Ministerio del Interior y Justicia no supieran que las municiones que tienen los delincuentes de compras legales, hechas en Cavim o en armerías autorizadas o que también proceden de los barrios, en donde existen recargadoras adquiridas legalmente, que proveen de municiones al hampa. Así como también los robos en los parques de la Fuerza Armada Nacional, suministran suficiente munición para tener al día a los delincuentes. Yo diría que no hay peor ciego que el que no quiere ver. Muchas veces se meten a brujos sin conocer la hierba. Bajar el delito no está en desarmar la población. Muchos ciudadanos andan armados, por necesidad, ya que quien tiene la obligación de la guardia y custodia de los ciudadanos son incompetentes y el crimen los rebasa. Cambien la política, escuchen a quienes tiene experiencia, y no traten de copiar modelos de países donde la situación no tiene nada que ver con lo que sucede en nuestro país. La política no debe utilizarse como bandera en situaciones de extrema gravedad.
Contacto: aipop@aipop.org / www.aipop.org Francisco Daboin Lupi