“EL EMPLEADO PUBLICO”
NO ES LO MISMO TENER UN CARGO PUBLICO, QUE SABERLO EJERCER
Un país, es el reflejo del grado de compromiso de sus empleados públicos.
En un mundo globalizado, en el Siglo XXI, se comienza a dar pasos agigantados en la observación y control de las prácticas corruptas de los Gobiernos.
Venezuela no escapa, ni escapara a esta observación, pues además la observación y vigilancia del pueblo es cada vez mayor al ver el desorden actual de la Administración Publica en general.
Desde el comienzo del Gobierno de Hugo Chávez, comenzó a cambiar de nombre cuanta institución u organismo que existía en el país. Totalmente intencional, pues permitía cambiar así desde empleados hasta normas básicas de funcionamiento. Todo esto con la ayuda de nuevos empleados públicos, que a disposición para realizar un cambio político, obvio sus reales funciones y las que por obligación debía cumplir, para crear organismos que fuesen controlados absolutamente por el ejecutivo.
Estos empleados públicos perdieron así, su verdadera función de ser pues siendo muchos de sus cargos objetivos y operativos netamente se convirtieron en cargos ciegos sin capacidad de análisis, ni de propuestas, ni con el entrenamiento continuo de la administración pública para mejorar el servicio ciudadano y ejercer control sobre sus responsabilidades.
Estos cargos ciegos además son cambiados constantemente de departamentos o ministerios u organismos con el fin de que no puedan tener conjeturas del control político que se venía ejerciendo.
Incluso en cargos muy altos de la administración pública como lo son los Ministros, vemos intercambios continuos y como consecuencia no hay real compromiso con el cargo en sí.
Ejemplos hay muchos, desde Ministerio de Alimentación, hasta lo que fue Imparques.
El siglo XXI, nos muestra cambios difíciles. Países cada vez más automatizados en base a sus estadísticas poblacionales, optimizando las tan difíciles formulas económicas para mantener a sus pueblos alimentados, con salud, con servicios públicos mejores y con la posibilidad de competir con otros países.
Solo con empleados públicos competentes para sus cargos y sin usar la política para ejercerlos, se podrá llegar a la verdadera democracia en servicios y recursos.
El principio y compromiso para este logro, ha de venir del más alto cargo hacia los niveles más bajos, como ejemplo para dejar de ser el más vivo o influyente y menos aun el más corrupto.
Venezuela debe volver a la descentralización, y ejercer la autonomía de los poderes públicos para el justo control del país.
La democracia como herramienta para el logro de la recuperación del país, debe pasar en estos momentos por la exigencia y control de todos y cada unos de los empleados públicos del país, habrá que optimizar cada función pública con los mejores empleados, con los mejores sueldos evitando así la corrupción y cargos ciegos en el futuro si queremos eliminar la ineficiencia del sector publico en nuestro país.
Venezuela necesita de empleados públicos con cargos que puedan y deseen ejercer.
No es lo mismo tener un cargo público que saberlo ejercer.
Contacto: aipop@aipop.org / www.aipop.org
Ana Blesa de Abreu.