on 2011/3/8 23:30:53 (637 reads)
Las últimas encuestas realizadas en campo, entre el 8 y el 20 de Febrero, siguen dando como el principal problema del venezolano: LA INSEGURIDAD (46%), superando con creces al desempleo (18%) y el costo de la vida (13%)
El gobierno nacional, ha reiniciado una vez más, un plan y una nueva campaña de lucha contra este gravísimo problema, pero es nuestro deber, como analistas de las Políticas Pública en nuestro país, ir más al fondo del verdadero problema que nos está destruyendo. ¿Realmente estamos en vías de ser una sociedad anarquizada? Es muy notorio que en nuestra sociedad, en general, se han roto la mayor parte de los lazos emocionales que hacen posible la convivencia social. Estamos llegando a un estado casi de barbarie, en el que se evidencia, que aquella sociedad que conocieron nuestros padres y que disfrutamos los que hoy somos mayores de 20 años, está siendo destruida. La mayor parte de la gente tiene miedo hasta de estar en su casa e incluso de movilizarse en el transporte público, hoy ciertamente muy inseguro. Los que antes paseábamos sin problemas, por avenidas y bulevares, hoy no lo hacemos y preferimos permanecer en nuestras casas y no circular por la ciudad en horas nocturnas. Este miedo, ha hecho que cambiemos casi todos nuestros hábitos de vida. Vivimos casi siempre alterados, con alto contenido de estrés y una desconfianza en general, incluso con nuestros vecinos y conocidos. Es una tensión permanente la que se ha apoderado de una gran mayoría de los venezolanos, en forma general. Es cada vez más numerosa, la gente que ha adquirido armas de fuego, para tratar de estar preparado y poder defender a su familia y sus bienes, mientras que parte de los que nos tienen armas de fuego para su defensa, han confesado que si pudieran obtenerla sin complicaciones, lo harían. Este problema del miedo, hoy tan desarrollado, unido a la carencia de correctivos legales, oportunos y eficaces y de una ausencia de autoridad en la mayor parte del país, nos está empujando hacia la anarquía, llegándose a casos extremos, pero cada vez más frecuentes de «linchamientos», en los que el ciudadano se abroga la justicia por sus propias manos, ante la ineficacia o corrupción de la justicia de que dispone. El miedo, es también el principal activador de que los jóvenes estén huyendo del país por falta de seguridad y buscando en otras naciones, lejos de su patria y de sus seres queridos y amigos, lo que no consiguen aquí. Es preciso e impostergable, llevar a cabo conferencias, charlas y reuniones de vecinos, en asociaciones, clubes, bibliotecas, grupos comunitarios, universidades, liceos y escuelas, para incentivar la «Convivencia ciudadana», que será el arma más importante para lograr enfrentar el miedo, generar confianza y lograr vencer a la inseguridad. La situación actual, amerita que la «Convivencia Ciudadana», sea materia obligatoria en el pensum de estudio de nuestros jóvenes e incluso en nuestras universidades y centros masivos de trabajadores a todos los niveles. Debemos comenzar ya. Carlos Presencia Jurado
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