on 2010/11/16 15:32:19 (1382 reads)
EL PENAL DE TOCORON
Este penal ubicado en el Estado Aragua, ha sido noticia en la última semana de Septiembre, por la huelga de sus presos y antes por el enfrentamiento entre los reclusos, que dejó como saldo la muerte de 18 reos y más de 40 heridos. Asimismo, activó una huelga en las diferentes cárceles del país, en la cual participaron más de 12 mil penados. Esto pareciera, según reseña la prensa, el pan de cada día. Los reclamos son casi iguales en todos los centros penitenciarios: retardo procesal, descongestionamiento de los centros de reclusión, hacinamiento, mejorar el trato a los procesados y a los reos que cumplen condena, respeto a las mujeres, no humillarlas o maltratarlas, violando los derechos humanos en las requisas que se practican, desarmar a la población penal, ocuparse de que los reos tengan la posibilidad de practicar deporte, estudiar, y lograr trabajar en el tiempo de su reclusión. Hemos planteado siempre que la función dentro de los penales, en cuanto a su guardia y custodia, debería ser ejercida por personal civil, adecuadamente capacitado y formado para tal fin y perteneciente a organizaciones especializadas, las cuales serían asesoradas y supervisadas por el Ministerio del Interior y Justicia. En cuanto a los traslados y la custodia externa, misión encomendada a la Guardia Nacional Bolivariana, nuestra tesis, sigue siendo, que sean funcionarios civiles, los encargados de estas labores. Estamos cansados de oír, escuchar, y recibir quejas de los internos, que no los trasladan a los tribunales sin antes pagar determinada cantidad de dinero. Igual reclamo hacemos del armamento sofisticado en manos de los reclusos. Nadie, civil, familiar, o amigo, puede ingresar armas de guerra a ningún centro de reclusión del país. La sospecha recae otra vez en la Guardia Nacional, al extremo de que se le califica como uno de los negocios lucrativos de muchos de los componentes de este organismo. La autoridad se ha perdido, quien tiene por mandato de ley, que ejercerla es el director, pero en la práctica es ejercida por el capo o jefe de la banda más poderosa dentro del recinto carcelario. El retardo del proceso judicial, no es culpa de los jueces, fiscales, o policías. Obedece simplemente a mecanismos colapsados, a falta de una verdadera política penitenciaria, a la falta de aplicación con severidad, del ordenamiento jurídico existente, a falta de recursos, tanto técnicos, como humanos, a falta de equipamiento rodante, y básicamente a falta de mística y dedicación para solucionar problemas. No es posible, que las cárceles, que en teoría son centros de reorientación de conductas, sitios de remisión con la esperanza de que quienes han delinquido, moderen su conducta y salgan útiles a la sociedad, en realidad sean todo lo contrario. Las cárceles se han convertido en sitios o depósitos de seres humanos, olvidados por la propia sociedad, que a través de la ley han sido castigados. Esto es un llamado a la conciencia de todos. Sepamos que nadie esta exento de violar la ley y ser castigado, y que dentro de nuestro país debemos aportar nuestro grano de arena, para conseguir una ciudad, un pueblo, un país bonito, sin violación de derechos humanos y que todos cumplamos con el ordenamiento legal constituido. No es hora de reinventos, todo está inventado, nuestra obligación es contribuir al bienestar de la comunidad.
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franciscodaboin2002@aipop.com.ve / www.aipop.com.ve Francisco Daboin Lupi