on 2014/1/27 14:41:40 (465 reads)
El progreso de un país, lo definimos como el mejoramiento continuo de la calidad de vida de su pueblo. Para Venezuela, lamentablemente todos los índices de progreso nos llevan a concluir que estamos en plena INVOLUCIÓN, desde el punto de vista, social, económico, político y militar. La miseria en que vive la mayor parte de la población, no tiene causas en los ingresos que tiene el país, es que los servicios con los que podría alcanzar el progreso que deben proporcionar los gobiernos, no están presentes. Nuestro país, no carece ni de recursos económicos, ni tiene bajos niveles de educación de su clase media y la pujante clase trabajadora. Tampoco tenemos idiosincrasia que nos lleve a la flojera colectiva y por ello todo apunta a la ineptitud de los dirigentes para progresar. Son los dirigentes del gobierno y quienes conforman las diferentes estructuras de poder del Estado, los responsables de este desastre nacional.
Para progresar, no es necesario intervenir los organismos productivos, como hacen a diario ineptos de la conducción económica, que nos han llevado a una inflación que destruye los exiguos salarios del trabajador y los minimizados ingresos de la clase media. Si los gobernantes son politiqueros de oficio o extremistas del poder, simplemente sus decisiones incluirán las más extremas variables generalmente relacionadas con seguridad o invocaciones a la soberanía, que nada tiene que ver con el esfuerzo productivo y que vuelven el mercado un gazapo de actuaciones de funcionarios públicos militares o relacionados con el sector militar, que desconocen el sector económico y lo convierten en organizaciones controladoras de la libertad de elegir hasta para el consumidor.
Permítanme algunas sugerencias para alcanzar el progreso, las cuales dirijo nuevamente a los dirigentes políticos, especialmente porque están empeñados en imponer a sangre y fuego el castrocomunismo y en su empeño, están destruyendo sistemáticamente la organización y la actitud productiva del venezolano:
1. La política Partidista no se puede mezclar con la Política del Estado.
2. Si queremos progresar, los dirigentes deben ser líderes productivos, conocedores de cinco reglas básicas del Estadista: Actitud en un marco ético. Respeto a las reglas de la Economía. Integridad de los dirigentes. Respeto por los derechos del pueblo. Grandes deseos de superación.
3. En cualquier cargo y especialmente en los cargos que dirigen la política económica y monetaria, hay que actuar con independencia funcional, alto nivel profesional y despolitización de las decisiones.
4. El autoritarismo es una aberrante manera de conducir organizaciones mediante el mando. La manera de dirigir, especialmente la economía, es en Equipos de Trabajo.
Amigos todos, vecinos latinoamericanos, que antes estaban luchando por comprender como se progresa, están avanzando a pasos agigantados, porque sus dirigentes comprendieron las normas del progreso. Lamentablemente nuestros dirigentes se quedaron en un caudillismo atávico para entronizarse en el poder, incluso engañando al pueblo, usando las más pervertidas artimañas políticas y hasta abuso del poder militar para entronizar una doctrina política fracasada. ¿Hasta cuándo vamos a seguir permitiendo esta desmejora en nuestra calidad de vida?. Es hora de unir nuestra sociedad en una lucha decisiva por la libertad. No al castrocomunismo, si a la Democracia para el Progreso.
Contacto: aipop@aipop.org / www.aipop.org Vicealmirante.
Dr. en Adm. Jesús Enrique Briceño García