on 2011/4/11 1:38:27 (5341 reads)

Cuando cualquier ser humano por necesidad, tiene que desplazarse por la capital de Venezuela, Caracas; se encomienda a Dios, a la Virgen o a cualquier Santo (cuando es católico); como también, dependiendo de su religión, lo hace a sus seres superiores, para que lo acompañen y que logre regresar sano y salvo de las diligencias que requieren su presencia fuera del hogar.

En este último se piensa que está a salvo, ya que mantiene puertas, rejas, candados, sistemas de seguridad, ojos mágicos y todo cuanto pueda para su protección.
En los medios de comunicación vemos partes, ya sea por atracos en sus desplazamiento a pie, robos, hurtos, arrebatones en los trasportes públicos y privados, nos reflejan asaltos, estilo oeste americano, arma en mano, para apropiarse de carteras, relojes, prendas, teléfonos celurares, y otras cosas, o sino leemos sobre el hurto y robo de vehículos, así como los celebres secuestros exprés. Nadie está exento que esto le suceda. Vemos civiles, militares, curas, monjas, hombres, mujeres, muchachos, sometidos
a este vejamen o humillación; que luego de cometido, exclaman que a Dios gracias están vivos.
Nada que ver, con lo que fue una Caracas tranquila, donde con toda seguridad podías desplazarte en altas horas de la noche. Por otro lado, como contradicción, vemos patrullas, motos, alcabalas, de toda
clase de policías y funcionarios militares, que presuntamente vigilan, detienen, practican cacheos, identifican delincuentes y solicitados por los cuerpos de seguridad y los Tribunales de Justicia; pero esto sucede en las zonas céntricas de la ciudad, en los barrios de clase media, y en las urbanizaciones.
¿Porque no suben los cerros?
Creemos que no se practican redadas policiales, de los diferentes organismos de seguridad, luego de un análisis de inteligencia, donde se hayan identificado plenamente las guaridas de delincuentes, donde se puedan sacar de circulación, los miles de mal vivientes que pululan a su libre albedrio. Los mecanismos de relación comunidad-policía, deberían servir para identificar a quienes perturban la paz y la tranquilidad de los ciudadanos.
Nos preguntamos: Los equipos que fueron adquiridos por el ex alcalde Juan Barreto, entre ellos, los globos de vigilancia con cámaras de última generación, los equipos de trasmisión y las cámaras de video que serian instaladas; funcionan o se perdieron como se ha perdido armamento, patrullas, chalecos, que con el tiempo luego son detectados en malos de delincuentes.
Difícil para un funcionario, cumplir con su deber y arriesgar su vida en cumplimiento de su deber, cuando carece de elementos básicos para hacerlo. ¿Qué pasa con los seguros, con la asistencia social,
no sólo para él, sino para que cubra a su familia?.
Mucha habladera de paja, muchas promesas, muchos engaños, mientras, los ciudadanos de a pie tenemos que consentir y pedir que no nos pase nada.
Creo en las buenas intenciones, pero con eso no logramos parar el hampa desbordada, que día a día enluta hogares de la gran Caracas. Necesitamos ver el accionar de los gobernantes, en la protección
de sus policías, para que ellos a su vez nos protejan.
Contacto: franciscodaboin2002@aipop.com.ve / www.aipop.com.ve Comisario José Francisco Daboín Lupi