EMERGENCIA NACIONAL Y AYUDA HUMANITARIA

En las actuales circunstancias, cuando el gobierno carece de respuesta ante la grave crisis de medicamentos que aquejan y hasta podía devenir en la muerte de enfermos, es imperante que se pronuncie al respecto esa respuesta debe ser ya, recordemos que las enfermedades no esperan y no se debe jugar con la vida de los ciudadanos de una nación.

Para nadie es noticia, pero si un hecho real y verdadero, que en el país existe una carencia de casi el 90% de los medicamentos a nivel de farmacias y un 100% en nuestros hospitales públicos y son los pacientes lo que deben proporcionarlos para sus tratamiento y respectiva recuperación, ante esta situación se hace necesaria una declaración de emergencia nacional y se proceda de inmediato a solicitar la ayuda humanitaria y se permita la entrada de medicamentos de calidad garantizada  sin bloqueo  a las organizaciones internacionales.

El ejecutivo ha anunciado la firma de convenios para importar medicamentos, como ciudadanos deberíamos estar esperanzados con la llegada de este paliativo, pero es nuestra obligación alertar al país  sobre las consecuencias de esta decisión. Si se tratase de medicamentos legítimos de calidad inobjetable según las normativas nacionales debían garantizarse la estructura que en estos momentos no existe, que se asegure los controles de ingreso, almacenamiento, distribución y dispensación. Si se tratase de medicamentos que no cumplan con las normativas legales, cosa que ha sucedido con alarmante frecuencia, el peligro para la salud pública sería real y de gravísimas consecuencias y. nuestros gobernantes se han negado a reconocer esta realidad y, en su oportunidad, serán enjuiciados por crímenes de lesa humanidad.

Asimismo es urgente reactivar la producción y la capacidad operativa de la industria farmacéutica nacional, para ello es obligatoria que se cuente con la materia prima y esta no llega al país por anuncio, es necesario cumplir con los pagos a proveedores extranjeros

El inicio de esta tragedia se debe, entre otras, al  grave y costoso error cometido por el ejecutivo nacional  que fue ver con indiferencia, como la mayoría de empresas de capital extranjero, con planta de producción instalada   abandonaban el país, y con ello la perdida de la transferencia tecnológica, puestos de trabajo y sobre todo con el compromiso de abastecimiento

El individuo enfermo al no ver satisfecha su necesidad de conseguir el tratamiento para su enfermedad ve afectada su calidad de vida con la angustia que le genera el peregrinar en busca del medicamento. Se potencia la angustia y desesperanza que se contagia a su entorno familiar y retarda su curación.

El desabastecimiento también afecta a otros factores del sector salud, los médicos ven restringidas su capacidad de prescripción, muchas veces la elección del tratamiento no es el mejor. Esto sin entrar a considerar la desaparición  de insumos que hace más difícil el diagnostico.

Es evidente el colapso de la red pública de la atención a la salud, las colas se hacen interminables y la frustración es cada vez más evidente,  situación que pudiera agravarse si las medidas anunciadas por el gobierno nacional no fuesen las más adecuadas, el gobierno debe y tiene la obligación de acabar con la concebida frase de: “No hay”.

Los Venezolanos necesitamos de la voluntad política del gobierno nacional para  declarar una emergencia nacional y solicitar Ayuda Humanitaria ante los organismos internacionales, es necesario e imperante  establecer un acuerdo para honrar la deuda de la industria farmacéutica y la entrega de la divisas necesarias para la adquisición de las materias primas necesarias para la elaboración, importación y a todo aquello a garantizar el abastecimiento de medicamentos en nuestro país

Contacto: aipop@aipop.org  / www.aipop.org

         Dr. Edgar Salas Jiménez