on 2013/8/5 13:50:49 (685 reads)
LA IGLESIA Y EL PAPA FRANCISCO, TIEMPOS DE CAMBIO Y RENOVACIÓN
Al concluir la Jornada Mundial de la Juventud, realizada hace unas semanas en Río de Janeiro- Brasil, pudimos percibir claras señales de que la iglesia católica se encuentra en una etapa de transformación y adaptación a la nueva realidad mundial, donde los principios rectores del discurso y la doctrina eclesiástica estarán enfocados hacia la pobreza, las desigualdades, la juventud y la esperanza en un marco de alcance global, como nos puede ilustrar el mensaje principal de la concentración, “Id y haced discípulos a todos los pueblos”.
Los motivos pastorales de la iglesia estarán orientados en continuar la campaña de reevangelización catapultada por Benedicto XVI en Europa, pero que el Papa Francisco, con su sello personal, busca extenderla al resto del mundo. De esta forma, la iglesia pretende retomar los espacios perdidos frente a una sociedad que se muestra cada vez más escéptica, y que al sentirse aislada del mensaje de Cristo, ha decidido emigrar hacia otros cultos o simplemente declararse no religiosa.
Brasil es desde los años 50 el país con más católicos en el mundo, pero la tendencia ha sido a una pérdida progresiva de esta influencia en favor de grupos evangélicos, (en los años 70 el 90% de las ciudadanos se declaraban católicos; en 2010 solo el 65%). Se estima que de no revertir esta tendencia, para el 2040, el catolicismo dejará de ser mayoría en el país que reúne el 40% de los feligreses a nivel mundial.
También, se hizo énfasis en otros temas que demuestran el interés de la iglesia en acercarse a toda esa fuerza joven que se encuentra en Latinoamérica, y que el Papa calificó como “el motor de la humanidad”, los mensajes fueron: Déjense sorprender por Dios, vivan en alegría, Dios no abandona en las dificultades, entre otros.
El Papa Francisco instó a la iglesia, a salir a la calle, a los pueblos, a las parroquias, a reencontrarse con la gente, a “hacer lío en las diócesis” y como cierre a su visita, se expresó sobre la homosexualidad aduciendo que “Si una persona es gay, busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarla? El Catecismo de la Iglesia Católica explica y dice que no se deben marginar a personas que tengan esa orientación»
Con todas estas señales podemos concluir que se vienen tiempos de cambio y que la sociedad entera debe acompañar y ayudar a nuestra iglesia para expandir el mensaje de Cristo que tanto necesitamos.
Contacto: aipop@aipop.org / www.aipop.org Lic. Gustavo Paniz