on 2013/11/18 12:47:29 (528 reads)

LA MALNUTRICIÓN Y EL ACAPARAMIENTO DOMESTICO Recientemente el Sr. Nicolás Maduro, quien ejerce la Presidencia de la República, en una de sus alocuciones públicas hizo referencia al estado nutricional de algunos de sus subalternos “pasados de peso”, a quienes expuso como símbolos de “la buena situación alimentaria” de los venezolanos. Esa condición de aparente buena salud, por “estar gorditos”, que exhibe buena parte de la población nacional, no es más que una de las expresiones de la malnutrición que afecta a gran parte de los habitantes del país.

En efecto, la malnutrición tiene básicamente dos maneras de hacerse visible, una, la más conocida, es la desnutrición, la cual consiste en la insuficiente absorción y utilización biológica de nutrientes en el organismo, lo que genera consecuencias negativas sobre la salud de la persona afectada. Esta deficiente absorción de los alimentos puede ser consecuencia de una insuficiente ingesta (subalimentación) o de una inadecuada asimilación de ellos por el organismo, debido a enfermedades que lo impidan.

La otra expresión de la malnutrición está representada por la hipernutrición, resultante del excesivo consumo de alimentos en general o de determinados tipos de alimentos, que conduce a síntomas como la obesidad, la hipertensión, la ateroesclerosis, la diabetes, problemas cardiovasculares y otros.

La malnutrición por exceso, especialmente en la población con menores ingresos, se debe básicamente a la concentración de su dieta en la demanda de aquellos alimentos con mayor contenidos de grasas de baja calidad, féculas y carbohidratos (grasas hidrogenadas, harinas, raíces y tubérculos), con un bajo consumo de hortalizas, frutas y productos de origen animal, de allí ese estado nutricional deficitario que inexorablemente derivará en los problemas de salud antes referidos.

De modo que tenemos entonces a una parte importante de la población aparentemente bien alimentada pero ciertamente mal nutrida. A ese típico venezolano se refería el Sr. Maduro como ejemplo de buena alimentación. El consumo de alimentos de baja calidad nutricional, seguramente también está influido por la disminución en la variedad de la oferta alimentaria que se ha producido en el país debido a los altos niveles de desabastecimiento, lo que ha llevado a los consumidores a adquirir “lo que se consiga”. Esta persistente situación, reflejada en los crecientes índices de escasez alimentaria, ha contribuido a incrementar lo que se conoce como la percepción subjetiva de inseguridad alimentaria de los hogares y la reacción de los hogares ante esa percepción. Este enfoque de la inseguridad que incluye conceptos teóricos como la vulnerabilidad y los mecanismos o estrategias de emergencia usados por las familias para prevenir o enfrentar una crisis alimentaria, ha comenzado a ser utilizado en algunos países, como los Estados Unidos, que ya define a la Inseguridad Alimentaria como «la incapacidad de adquirir o consumir en formas socialmente aceptables alimentos de calidad adecuada y cantidad suficiente, o la incertidumbre acerca de poder hacerlo en el futuro

» La estrategia de emergencia adoptada por los hogares venezolanos, fundada en su percepción subjetiva de la inseguridad alimentaria, es lo que el gobierno denomina “acaparamiento domestico”.

Contacto: aipop@aipop.org / www.aipop.org Luis Hidalgo Parisca. Perito Agropecuario