on 2010/10/4 19:10:41 (3360 reads)
Una sola batalla es impostergable. “La batalla contra la pobreza,

el abandono social y la
indigencia”. Esta es la gran tarea que los pueblos del mundo deben emprender juntos
Es una tarea titánica, que requiere de muchos recursos, una fuerte decisión política y
centenares de miles de compatriotas que se enrolen en esta importante y trascendental
misión.
Venezuela es una tierra privilegiada que reúne suficientes condiciones y que además ha
acumulado a lo largo de varias décadas, numerosas experiencias para llevarlo adelante con
éxito.
Pasemos una breve revista a los problemas más inmediatos que tenemos que atender, para
dar una respuesta social a los más necesitados.
Los niños de la calle – Los indigentes –los sin techo – los desempleados – los que no
tienen que comer – los abusados y explotados – los que no tienen autentico acceso a la
salud.
El estado venezolano tiene en su haber numerosas experiencias que han sido solución real,
cuando había muy pocos recursos económicos disponibles, pero que en esta grosera
bonanza no han recibido sino promesas y agotadores discursos de una obra inexistente.
Muchos venezolanos deben recordar la exitosa “ciudad de los muchachos”, ejemplar
centro de educación y formación de niños de la calle, en donde estado y empresa privada,
bajo una rigurosa vigilancia, fueron rescatando miles de jóvenes, que por las más variadas
razones no tenían hogar. Esto debe ser recuperado y puesto en práctica, en las cercanías
de cada una de las principales capitales del país.
La paternidad irresponsable, generará siempre estos dolorosos cuadros de niños
abandonados a su suerte, que si no son atendidos y dirigidos para insertarlos en la vida
productiva y con valores auténticos, serán propensos a caer en los peores vicios, en la vida
criminal o en la explotación de los viciosos.
Muchos han sido los centros de atención al indigente que fueron creados en el país para
recoger de las calles a los realmente pobres y desposeídos, atendiéndolos con respeto,
rasurándolos, bañándolos y dotándolos de vestido, alimentación y cama seca y segura.
Después viene la etapa de readaptación, enseñanza de una manualidad u oficio y ayuda
para insertarlo en la vida cotidiana. Estos programas fueron un gran éxito. Los comedores
para pobres e indigentes, actualmente siguen prestando buenos servicios.
Hablamos de programas que no son de partidos, ni de gobiernos, sino del ESTADO.
El INCE debe repotenciarse y dotar a quienes no saben trabajar, de una herramienta de
fácil empleo, en plomería, en electricidad, en albañilería en mecánica, en reparaciones
sencillas de artefactos domésticos o artesanía y en agricultura,
Esa es la gran batalla que el país quiere ver activa. Son muchos los problemas a atender,
pero estos son inaplazables, al igual que la alimentación infantil.
Carlos Presencia Jurado
Contacto: cpresen@aipop.com.ve – www.aipop.org.ve PRESIDENTE