on 2012/10/14 22:27:59 (671 reads)
En Venezuela, más que en la mayoría de los otros países, las encuestas son protagonistas esenciales de las campañas electorales. Esto es un gran error.
Las encuestas son instrumentos científicos de la evaluación de opinión pública que deben ser utilizadas para lo que realmente se diseñaron: Determinar áreas de conflicto. Puntos fuertes o débiles de cada candidato. Medir expectativas. Establecer el grado de penetración de los medios de comunicación. Problemas más importantes y la intención de voto en último lugar. La razón de ponerlo de último es sencilla, la campaña se desarrolla y tiene como objetivos captar adeptos, convencer, por tanto es un número que generalmente cambia a favor o en contra, esta variación es lo que nos permite hacer los ajustes necesarios.
En la última campaña las compañías encuestadoras presentaron sus trabajos con una frecuencia que no superaba el mes y cuando se acercaba el día, cada semana. Que decían, pues que el presidente Hugo Chávez, siempre, ganaba. La diferencia, más frecuente, eran diez puntos. Al final esa fue el resultado final de las elecciones.
En términos generales, las distintas compañías encuestadoras acertaron los resultados finales.
No se puede obviar que se presentaron algunos resultados donde el candidato Capriles Radonsky ganaba tímidamente pero esas empresas eran desconocidas o era su primer trabajo. Caso especial, y la nombro pues hicieron declaraciones públicas, es el de Consultores 21, empresa con trayectoria, en sus declaraciones dicen que se equivocaron al dar sus resultados.
Las diferencias, que en un principio eran de más de 20 puntos al final, casi todas, presentaban resultados entre los 10 y los 20 puntos. Esto media el avance de la candidatura le Capriles, pero en ningún momento la posibilidad de ganar. Que quede claro, la diferencia presentada puede justificarse en base al error muestral y nunca por errores en el levantamiento de la información.
Pero como decía al principio, las encuestas formaron parte importante de la campaña y no fueron las encuestadoras las protagonistas, fueron los “analistas” los que utilizaron las encuestas para justificar sus “análisis en profundidad”. Si los resultados no coincidían con sus intereses, pues simplemente se sacralizaba, se sometía al escarnio, tanto a la empresa como a sus representantes. Los medios de comunicación, según sus intereses hacían mayor o menor eco de esas “opiniones” Quisiera que en este momento esos opinadores de oficio reflexionaran y de una o otra manera comenzaran a respetar el trabajo que involucra a profesionales y técnicos de la investigación social.
Las encuestas no son precisas, no es una ciencia exacta, estudian fenómenos sociales, humanos, que con la ayuda de la estadística los traducimos en un número. Las encuestas dan una orientación de lo que ocurre en la opinión pública, eso lo sabemos todos los que nos hemos dedicado a este campo de la investigación.
No voy a culpar a los “analistas” y medios de comunicación del supuesto desprestigio de las compañías encuestadores, algunos de los colegas han cometido graves errores cuando se han presentado en los medios exponiendo los resultados y convirtiéndose, también analistas y más aun, pronosticando resultados en base a los estudios de opinión, Hay que reconocer que muchas veces tienen más tiempo en los medios que algunos de los propios candidatos. Ese es un grave error que debe evitarse a toda costa.
Para finalizar quiero felicitar a los colegas “encuestadores” pues los resultados, en esta última contienda electoral se ajustaron al resultado real de la elección con su más o menos error muestral.
En ningún momento quise nombrar empresas, solo Consultores 21, que después de las elecciones tuvo la gallardía de asumir que se equivoco en los resultados que había presentado, hasta ellos también mis felicitaciones, eso ocurre muy pocas veces.
Lic. Eugenio R. Escuela E.