on 2013/2/18 13:23:57 (585 reads)
LAS SANCIONES GRINGAS

Hace algún tiempo, surgió una gran alharaca por parte del régimen del Presidente Chávez, con motivo del anuncio formulado por un vocero del gobierno norteamericano, en el sentido de incluir a Venezuela dentro de la lista de países que incumplen normas estratégicas que limitan el comercio con Irán; país dirigido por un terrorista islámico a quien los norteamericanos consideran una amenaza para su potencial económico y político.

Las normas antiterroristas son dictadas por el gobierno americano para su uso discrecional, y no comportan autorización o aprobación internacional. Son actos administrativos emanados del gobierno dentro de la libertad que tiene como estado, de negociar o comerciar con cualquier otra nación, o con grupos empresariales privados; y el comercio petrolero entre Estados Unidos y Venezuela, se desarrolla directamente entre las empresas petroleras americanas y la estatal PDVSA

En este orden de ideas, resulta que la presunta aplicación de sanciones tiene un contenido político, más no comercial y es una medida unilateral del estado americano, que incluso puede llegar a perjudicar a sus propias petroleras; y por ello, al gobierno rojo le quedaría el recurso de acudir ante los Estados Unidos y demostrar que la pretendida colaboración con Irán no es cierta, porque no existe un organismo internacional con competencia para debatir el asunto.

Sin embargo, hemos visto y oído no sólo a los subalternos del régimen, sino a diversas agrupaciones gremiales e incluso a enemigos declarados del régimen, referirse a las sanciones como un ataque del imperialismo contra Venezuela y los venezolanos con el fin de crear una atmósfera de solidaridad. Nada más alejado de la realidad, pues la providencia que creó las sanciones tiene una vigencia relativa, y sus efectos prácticos son inciertos, pudiendo llegar incluso a perjudicar a ambos pueblos: el norteamericano y el venezolano.

Como imperio que es, los Estados Unidos consideran que es su deber garantizar su poderío económico y militar en el mundo, una de cuyas amenazas es precisamente el régimen iraní con el que se ha confabulado el Socialismo del Siglo XXI latinoamericano para intentar debilitar al capitalismo. No nos engañemos ni maquillemos las situaciones:

A los camisas rojas, ahora con gorra tricolor, que hoy pululan tras el Vicepresidente y el Presidente de la Asamblea Nacional, no les importa ni entienden de qué sanciones se trata, pero la realidad es que el gobierno imperial desearía que gobernara nuestro país un régimen absolutamente democrático, como es el anhelo de millones de compatriotas.

En fin, no nos ocupemos de las sanciones, sino de que PDVSA cumpla con su papel de administrador de los numerosos recursos que la naturaleza nos concedió, suficientes para que el Estado venezolano, en cumplimiento de los principios constitucionales, pueda garantizar la felicidad de generaciones de ciudadanos.

Contacto: aipop@aipop.org / www.aipop.org

Dr. José Gabriel Sarmiento Sosa