on 2011/6/21 12:31:31 (746 reads)
“No por mucho correr, amanece más temprano”. Sabio refrán mundial que define con exactitud, lo que es parte del desarrollo de cualquier actividad de la vida diaria y que dirige nuestras vidas. De igual manera que la gestación de un bebé hasta su nacimiento, tiene unos lapsos más o menos rígidos pero inexorables. Así mismo la ejecución de cualquier proyecto, requiere una serie de pasos que de no cumplirse, llevarán al fracaso de esa idea, por más entusiasmo que le pongamos y por más poder que tengamos.
Construir autopistas, carreteras o viviendas, producir electricidad, lograr acumular grandes cantidades del agua que es vital para nuestra subsistencia y lograr que sea potable para el consumo humano y le llegue de manera directa a cada familia del país, requieren tiempo.
A modo de ejemplo, estas son algunas de las tareas que no sólo necesitan la decisión, recursos financieros y voluntad de hacerlo posible, sino el estricto cumplimiento de todas y cada una de las etapas indispensables, para que sea posible su ejecución de manera
exitosa, al más alto nivel de la tecnología y con la calidad de vida del Siglo XXI.
Hacer millones de viviendas, requiere previamente una serie de pasos, cuya activación consumirá mucho tiempo y dedicación, a pesar de todo el poder del que se disponga.
Nadie creería en alguien que nos ofrezca: crecer 40 centímetros en 10 días, o que puede educarse a una persona en 60 días, o que podemos ser realmente ingenieros o médicos en 1 año. Bueno, así es en la vida real con las promesas absurdas y engañosas. Una promesa engañosa, por más buena fe con que sea formulada, afecta otras áreas de la vida diaria y
actúa como un cuero seco, aprieto por aquí y se levanta por allá. Se trata de una oferta irresponsable.
Sucede que ofrezco millones de viviendas pero no dispongo de electricidad suficiente, pues la que tengo, es incapaz de darle calidad de vida a la población actual. Sucede que ofrezco equipar y regalar cocinas, artefactos del hogar y mucho más, pero para que no me agarren en el engaño, digo que serán de gas; pero la realidad, es que tampoco tenemos ya el gas suficiente para nuestras necesidades como país, hoy.
Millones de viviendas requerirán decenas de miles de proyectos bien estudiados, de terrenos apropiados y estables, de vías de comunicación, escuelas, centros comerciales, agua, electricidad, cloacas, teléfono, áreas deportivas, jardines, plazas, zonas de esparcimiento y pare usted de contar. Es irresponsable crear una ilusión y no poderla ni siquiera apoyar y sustentar en planes realmente estudiados y factibles de realizar. Esto sin
hablar de: ¿Quién va a ejecutar esos trabajos?, porque dinero hay y se malgasta, se regala o se hurta en la maraña de la corrupción, pero gente capaz y a la mano, cada día es más difícil de conseguir.
No podemos ser comparsa o focas, porque es imperdonable, por conveniencia o por temor, aplaudir ofertas imposibles de cumplir o guardar un silencio cómplice.
Ing. Carlos Presencia Jurado
Contacto: cpresen@aipop.com.ve – www.aipop.org.ve PRESIDENTE