on 2011/5/30 11:26:14 (5328 reads)
Riesgos para la salud. En las dos últimas semanas, como producto de severos cambios climáticos con que se inicia la temporada de lluvias, se han producido copiosas precipitaciones atmosféricas en casi todo el territorio nacional, que han provocado graves daños a las vías de comunicaciones, aislado poblaciones y provocado daño a las cosechas, especialmente en los estados andinos Táchira y Mérida, en este último se han producido severos daños en 19 de 23 municipios (El Nacional, 21-5-2011), en el sur del Lago de Maracaibo y en los sembradíos de hortalizas en los estados andinos. Numerosas personas han perdido sus hogares construidos en zonas en pendientes y con terrenos inestables. Ha sido necesario desalojar de viviendas inseguras a numerosas familias en riesgo. Muchas han perdido sus pocos enseres. En el municipio Sucre del estado Miranda, se derrumbaron 21 viviendas, por fortuna sin víctimas humanas por la oportuna intervención de las autoridades locales. De nuevo, cientos de personas han sido trasladadas a albergues. No hay todavía reportes oficiales de lesionados y fallecidos Se suman a las víctimas de lo ocurrido en los meses de noviembre y diciembre de 2010 que todavía permanecen en albergues ¨temporales¨, albergues estos que se han hecho dolorosamente ¨permanentes¨. Más de 70 acueductos a nivel nacional están gravemente afectados, así lo informó hace dos días el vice ministro del Agua, Cristóbal Franco. Hasta ahora, 9 estados han sido declarados en emergencia y el Gobierno Nacional decretó una extensión de 90 días de la declaratoria de emergencia. Las condiciones climáticas adversas, producto de una onda tropical, pueden prolongarse por varias semanas, al menos hasta mediados de junio. En estas condiciones, y mientras pasan los días, nuevamente se multiplican los riesgos para la aparición de enfermedades infecciosas, de origen respiratorio y por contaminación de agua por consumo humano, entre ellas las diarreas y gastroenteritis. Como hemos señalado en ocasiones anteriores el contacto con aguas ¨marrones¨ producto de deslaves e inundaciones, aumenta los riesgos de enfermedades como la leptospirosis. La situación epidemiológica compleja pre existente en Venezuela, con muchos problemas no resueltos y latentes, sumados a cambios climáticos severos como los actuales, también favorecen el aumento de casos de enfermedades endémicas como el dengue y la malaria, la reaparición de encefalitis equina y otras zoonosis. Así mismo, se favorece la aparición de cólera autóctono. Las inaceptables condiciones sanitarias de la gran mayoría de los ¨albergues temporales¨ han producido numerosas y repetidas protestas por parte de los damnificados. El hacinamiento, la escasez de servicios de agua potable y disposición de excretas, la pobre calidad de los alimentos, su preparación y conservación inadecuadas facilitan la aparición de enfermedades infecciosas de:
1. Las vías respiratorias, entre ellas influenza y otros virus respiratorios, enfermedad por Micoplasma pneumoniae y tuberculosis.
2. Pueden producirse brotes de meningitis meningocócica y otras formas de enfermedad meningocócica.
3. Además, la gastroenteritis y las diarreas agudas infecciosas.
4. También es posible la multiplicación de casos de ectoparasitosis, heridas y escoriaciones de la piel
5. Violencia de diversos tipos. El consumo de drogas ilícitas, las violaciones a mujeres y niños son problemas de extremada gravedad en estas circunstancias inhóspitas.
6. Los trastornos mentales, vinculados con los desastres, entre ellos, el estrés postruamático, se suma a las reacciones de ansiedad y depresión por la falta de resolución oportuna de la carencia de viviendas dignas
Pasados seis meses de la anterior tragedia se desconoce la situación epidemiológica de los damnificados, ya que no ha habido información oficial del estado de la salud de esta población con alto riesgo de enfermar.
Contacto: aipop@aipop.com.ve
Dra. Ana C. Carvajal / Dr. José Félix Oletta L.