on 2012/5/21 1:50:00 (700 reads)
PDVSA, UN BARRIL SIN FONDO

En medio de una bonanza de precios petroleros internacionales, PDVSA termina de elevar su deuda a $43,5 millardos por préstamos y bonos, pues entre enero y mayo del corriente año la estatal petrolera elevó sus compromisos financieros en un 25 por ciento, dado que acordó nuevos préstamos con China y Japón, así como también la emisión de nuevas colocaciones en bonos.

En efecto, el pasado 11 del mes en curso la petrolera anunció una nueva emisión de bonos por tres millardos de dólares que los adjudicará exclusivamente al Banco Central y los bancos públicos. Todo esto aunque el precio promedio del barril petrolero anda rondando los 112 dólares actualmente, es decir una clara paradoja; a mayor precio mayor endeudamiento.

Estos compromisos son respaldados mediante 19 convenios con China y recientemente se acaba de abrir una línea de créditos con Japón por un millardo de dólares para resguardar y ampliar, entre otros, la oferta del SITME (Sistema de Transacciones de Títulos en Moneda Extranjera) y poder cumplir, a su vez, con la asignación de divisas al sector privado, que cada día exige más para poder importar los bienes y servicios que ya no pueden ser cubiertos solamente con los ingresos petroleros, con lo cual el gobierno y su política de endeudamiento estimula la fuga de capitales, convirtiéndose estas operaciones en un ciclo interminable: Disminución de la liquidez del BCV, aumento de la deuda incluidas las operaciones con títulos valores a través de PDVSA, estimula salida de capitales, puesto que la política empleada es que se tiene que poseer una cuenta en dólares en bancos del resto del mundo para efectuar este tipo de transacción, ya que las leyes venezolanas no permiten realizar estas operaciones en el país, con lo cual un alto porcentaje por la colocación de bonos en dólares se quedan en los bancos del resto del mundo, y así sucesivamente cada vez que hayan emisiones similares.

Desde el año 2010 se vienen realizando este tipo de transacciones entre el BCV y PDVSA, sumando la escandalosa suma de 25 millardos de dólares, estimándose que más de la mitad se ha quedado en los bancos extranjeros; sin contar las operaciones cambiarias directas con CADIVI.

Este incremento de deuda sostenida, respaldada por Petróleos de Venezuela, ha crecido en los últimos cinco años en un 1000% entre los bonos emitidos y deuda contratada, con lo cual la estatal petrolera debe destinar más recursos en el pago de los intereses, constituyéndose en un alto costo financiero, pues los montos que esta empresa desembolsó, sólo por estos compromisos represento un 25% del total de sus ingresos y en los cinco años, desde 2007 hasta 2011, PDVSA destinó 16 millardos de dólares en honrar los intereses, registrados como gastos financieros.

A todo este oscuro panorama de nuestra principal industria, le tenemos que sumar las cuentas morosas por cobrar de Argentina, Bielorusia, países del Caribe, entre ellos Cuba, por un monto de unos 11 millardos de dólares, con lo cual la empresa petrolera por excelencia más importante de la región que fue PDVSA, ha caído en un barril sin fondo por el mal manejo de nuestro principal recurso, aun con elevados precios del petróleo, ingresos crecientes y una alta deuda sostenida.

Economista Alfonso Álvarez Á.