pymeon 2015/1/12 20:05:01 (382 reads)

El Decreto 1413 del 18-11-14, para la Promoción y Desarrollo de la Pequeña y Mediana Industria y Unidades de Propiedad Social, no resuelve los problemas reales y actuales de las mismas.
En estos 16 años, el régimen las acabó. Impuso todo tipo de trabas, permisos previos, sanciones desproporcionadas, cierres, negativas para importar insumos, controles de precios a sus bienes y servicios, ausencia de acceso a divisas, leyes y decretos laborales que amarran al empresario, creando de hecho una Inmovilidad del Desempleo. Al no poder despedir, nadie contrata personal.
Las propias definiciones de Pequeña Industria a las empresas que tengan una nómina promedio anual de hasta 50 trabajadores y una facturación anual de hasta 200.000 UT, y de Mediana Industria, a quien tenga desde 51 hasta 100 trabajadores y una facturación desde 200.001 hasta 500.000 UT, son limitativas. Estrangulan cualquier desarrollo sustentable de unidades de producción muy vulnerables al mercado, regulaciones y limitaciones. Pequeña Industria, debería ser quien emplee hasta 100 trabajadores y facture anualmente hasta 500.000 UT. Medianas, a quienes tengan desde 101 trabajadores hasta 1.000, y una facturación desde 500.001 UT hasta 5.000.000 UT. Las demás, serian Grandes Industrias.
Los objetivos de las industrias, independientemente del número de su nómina y monto de facturación, es producir bienes y servicios en forma competitiva, de alta calidad, dentro de principios de salud, seguridad y protección al ambiente. Las responsabilidades sociales con sus trabajadores y comunidades aledañas, dependen del éxito de sus actividades económicas.
En vez de ofrecerles financiamiento preferencial, lo que se desea es garantía a la propiedad privada, no confiscación, disfrazada de tomas y ocupaciones ilegales, estabilidad fiscal tanto nacional como estadal y municipal, tramites y procedimientos simples , una Taquilla Única, respuestas y soluciones oportunas a sus problemas, precios libres de mercado, tanto para lo que compran, como para lo que venden. Sobre todo, que exista confianza a largo plazo para trabajar e invertir.
Para fomentar, promocionar, expandir y recuperar a la Pequeña y Mediana Industria y Unidades de Propiedad Social, no hace falta el Instituto Nacional de Desarrollo de la Pequeña y Mediana Industria, INAPYMI, ni Fondos y Sociedades Oficiales de Capital de Riesgo ,ni mucho menos Planes Estratégicos Nacionales Trianuales de Desarrollo. El fracaso de estos Planes Estratégicos, está en la propia creación del llamado Comité de Planificación que diseñará al mismo, formado por 8 burócratas, ninguno de los cuales ha tenido experiencia práctica en ninguna pequeña o mediana industria. Los que verdaderamente van a trabajar y producir, no estar representados.
No son necesarios financiamientos a emprendedores ni beneficios excepcionales, especialmente para aquellos programas condenados de antemano al fracaso, como la ejecución de proyectos productivos sociales donde se encuentre inmersa la propiedad comunal. Inmersa según el DRAE es “sumergida”, ensimismada, sumida o recogida.
No se requiere ninguna asistencia a programas de exportaciones. Solo, trámites aduaneros terrestres, portuarios y aéreos sencillos, transparentes. Libre exportación y disponibilidad de las divisas obtenidas.
El Decreto 1.413 ni promueve ni desarrolla a la Pequeña y Mediana Industria. El Estado no puede suplantar al empresario privado pequeño o mediano.
Contacto: aipop@aipop.org / www.aipop.org Mauricio Perez-Badell