on 2014/3/7 13:42:54 (608 reads)

PROPUESTA DE UN NUEVO MODELO ECONOMICO

Los acontecimientos de los últimos días, iniciados por un movimiento que la historia reconocerá como el de la generación del 2014, nos deben llamar a todos los venezolanos a la reflexión, sobre si los modelos económicos puestos en práctica en el país, el primero en la segunda mitad del siglo XX y posteriormente el denominado socialismo del siglo XXI, pudiesen tener vigencia en estos momentos. Si, como pareciera que ninguno de los dos ofrecen una respuesta satisfactoria a las demandas de nuestros jóvenes que, aspiran vivir en una sociedad más justa, en libertad y democracia, que les pueda ofrecer la oportunidad de recibir una educación de calidad conforme a los requerimientos de una economía cada vez más exigente en la demanda de bienes y servicios basados en la innovación, en el conocimiento de las nuevas tecnologías, pero que además integre al tejido social un conjunto de valores orientados a la conformación de nuestra identidad nacional, e incorpore la ética en el comportamiento de las empresas.

Es necesario, entonces que nos despojemos de dogmas, requerimos un debate abierto, en el cual con rigurosidad del cirujano podamos aislar aquéllas creencias convertidas en principios no controversiales, las cuales nos han conducido a visiones tan opuestas que hoy en día, nos impiden compartir las ideas fundamentales para la conformación de una sociedad centrada en obtener las mejores condiciones de vida posible para sus integrantes, en un marco de respeto a la dignidad de la persona, a la facilitación de su desarrollo conforme a sus aptitudes , que a su vez este delimitado por el funcionamiento de las instituciones políticas, sociales y económicas acorde con las reglas previamente establecidas.

Una propuesta viable requiere un gran esfuerzo, ya que al hacer una valoración de dos modelos tan opuestos, se hace indispensable que, sin prejuicio alguno, desechemos las políticas obstaculizadoras del desarrollo de unas instituciones fuertes. En lo político, no olvidar el principio del control del poder, aunado hoy en día a la transparencia e información oportuna y veraz al ciudadano. En lo social el respeto a las instituciones gremiales, profesionales o estrictamente sociales sin fines de lucro. En lo económico es esencial el respeto a la propiedad privada, a la aceptación de la empresa como un pilar de la sociedad, sin que ello signifique posiciones hoy superadas tales como la suficiencia de la autorregulación. Por el contrario, el siglo XXI nos exige una empresa como institución socialmente responsable, esto implica no solo el incremento de valor para sus accionistas, sino que internamente en relación con sus trabajadores cumpla con los deberes y obligaciones legales, pero además coadyuve en su capacitación y desarrollo participando activamente en los programas de formación integral .En lo externo conlleva las responsabilidades con la sociedad preservación del ambiente entre otras.

Por otra parte, en Venezuela no podemos obviar la dualidad de posiciones de nuestros gobiernos, por un lado el gobierno ejerce las funciones de propietario de las empresas del Estado, sin limitación alguna, situación que ha facilitado que estas empresas estén al servicio del proyecto político imperante, a las cuales no se les exige una rendición de cuentas acorde a los estándares generalmente aceptados, ni por supuesto están sometidas a los en ocasiones abusivos controles discrecionales aplicados a las empresas privadas. El control de las empresas del Estado, con una administración independiente de la injerencia del gobierno de turno es un tema que debiese ser objeto de un debate en el cual se expongan las más recientes tendencias sobre el gobierno corporativo.

Contacto: aipop@aipop.org / www.aipop.org

Dra. Aída Lamus Valero