on 2013/6/11 15:52:50 (610 reads)
RESISTENCIA PROGRAMADA para fortalecer el espíritu de lucha del venezolano

El ambiente de tensión, limitación, impotencia, incertidumbre, miedo, dolor, producto de la turbulenta situación política, económica y social que se vive en Venezuela, se vincula directamente al secuestro de la democracia, al acoso de la integridad física, emocional y mental a través de técnicas perversamente diseñadas para doblegar el espíritu, produciendo parálisis emocional, ira, depresión, bloqueo mental, baja efectividad laboral, conflictos y descomposición familiar en todos los estratos sociales. Esta situación se puede convertir peligrosamente en un estilo de vida si no se revierte firmemente. Ya el pueblo cubano lleva más de 50 años en esto.

A pesar de que las personas se reconocen impotentes y frustradas, no logran salir del marco perturbador, hasta convertirse en muchos casos en vicios profundos y nocivos de comportamiento. El refugio en los rituales espirituales y religiosos es una significativa herramienta de soporte emocional, la validación de referentes trascendentes inspiran confianza y seguridad ante la adversidad. Las actividades de esparcimiento y relajación para alcanzar quietud ofrecen buen apoyo, el contacto con la naturaleza es un arma poderosa de liberación. Sin embargo, cuando se está expuesto a altas tensiones sociales muchos de estos recursos de sobrevivencia espiritual se diluyen entre las angustias y circunstancias.

Producto de este turbulento y difícil estilo de vida propio de las culturas de guerra, los venezolanos acosados por las circunstancias, están acondicionando inconscientemente el cerebro a establecer sinapsis neuronales basadas en emociones negativas permanentemente, haciendo que las bases de confianza y estabilidad se desmoronen, y desaparezcan las estructuras de funcionamiento positivo. Cuando se llega a este estado, los recuerdos de placer y belleza se arrinconan en un baúl infranqueable que diluye la identidad vinculada al éxito y al progreso y se sucumbe a las imposiciones fuera de las líneas de valor y ética.

La resistencia socio política debe nutrirse del trabajo de cada ciudadano, comenzando por sanear y proteger la vida emocional y espiritual, recordando metódicamente y en forma consciente momentos positivos que inviten a descontaminar las imágenes tormentosas. No es por accidente que las artes y el cultivo del espíritu han florecido en la historia de la humanidad como canal de desahogo cuando las sociedades se encuentran más fuertemente oprimidas.

Las tendencias psicológicas del Siglo XXI recurren a métodos de visualización y reflexión como opción vigorosa al utilizar el lenguaje y las imágenes como mecanismo de elaboración profunda para desbloqueo de emociones. Los fundamentos de la psicología positiva de Martin Seligman que busca validar las potencialidades positivas del ser humano con el objeto de fortalecer la identidad como mecanismo de base para construir confianza y resilencia, también se presentan oportunos como instrumento de apoyo. Ver más en: &.

La Venezuela democrática necesita ciudadanos moral, emocional y espiritualmente fuertes. Construyamos la resistencia consciente y programada con rituales diarios de repetición a través de los cuales validemos los valores positivos desde lo cotidiano y lo sencillo que está a nuestro alcance. Significa persistir disciplinadamente a sustraer belleza, alegría y entusiasmo por encima de la dificultad como arma de resistencia. Hagamos este esfuerzo compartido desde el seno de la familia desplegando redes sociales.

Contacto: aipop@aipop.org / www.aipop.org Lic. María Antonieta Angarita