on 2012/3/12 2:22:58 (658 reads)
Realidad Nacional
SAN JOSE DE COTIZA
Hemos visto las informaciones de los medios de comunicación, referentes a lo sucedido el domingo pasado cuando una caminata de la oposición, presuntamente fue atacada a tiros por activistas del gobierno. El hecho según la reseña de prensa, deja heridos y se identifica al hijo de un diputado oposicionista como receptor de un disparo en el brazo. Ministros y diferentes dirigentes del gobierno, acusan a la oposición de los hechos ocurridos indicando que fue un montaje para obtener dividendos de una manifestación con pocos participantes.
Nuestra preocupación, indistintamente de quien tiene la razón, radica en que la Justicia debería esclarecer los hechos y castigar a los culpables. ¿Si el disparo hiere o mata al candidato de la oposición, cuales habrían sido las consecuencias? Este hecho pudo haber sido la chispa del inicio de una guerra civil, sin consecuencias claras, ni tiempo de duración.
Por el año de 1948, en la capital colombiana, Bogotá fue asesinado Jorge Eliecer Gaitán. Las consecuencias de ese asesinato han perdurado en el tiempo. En nuestro país, autoridades como el Vicepresidente, el Ministro del Interior, o el Presidente de la Asamblea Nacional, acusan en las primeras de cambio a la oposición del hecho ocurrido y quienes participaban en la oposición acusan a los grupos de funcionarios armados de la Alcaldía de Libertador que merodean los barrios y las calles de la ciudad, vendiendo miedo y atropellando a la gente. Deberían los primeros iniciar una investigación y los segundos dar la mayor colaboración con la finalidad de identificar a los culpables, aprehenderlos y que sean juzgados y castigados.
El Ministerio Publico tiene la palabra y no solo eso, sino que es responsable de que no se sigan cometiendo delitos bajo el amparo del gobierno, o bajo la consigna de un grupo político. La paz y tranquilidad de un país es un bien muy apreciado.
Como están las cosas, y al calor de una campaña política, los desenfrenos nos pueden llevar a una situación muy difícil, sin regreso, concretamente, como dijimos antes, a una guerra civil. Armamento suficiente existe y desenfrenados hay en ambos bandos. Seguro estoy que lo sucedido en Cotiza no tiene planificación, no fue ordenado por nadie. Tengo la certeza que fue una acción espontanea, sin medir consecuencias en el calor del inicio de una contienda que desde ya se ve muy dura y con grandes riesgos.
Los venezolanos hemos sido, a través de los años, gente pacífica, sin odios ni rencores, amantes de la paz, cumplidores de nuestros deberes y respetuosos de la ley. No podemos cambiar esa conducta; ya sea por nosotros, por nuestros hijos, por nuestros nietos o por los millones de venezolanos que todavía creen que el país se puede salvar.
Ayudemos a que exista paz, concordia y entendimiento. Que las diferencias no sean dirimidas al calor de los tiros, sino en las mesas de negociaciones. Recordemos que Venezuela es de todos y tenemos la obligación de aportar nuestra ayuda para salvarla.
Contacto: aipop@aipop.org/ www.aipop.org
Francisco Daboin Lupi