on 2010/7/26 3:36:41 (1090 reads)
SECUESTRO EXPRESS
Esta modalidad de delito conocida como Secuestro Express, es relativamente nueva en el país, pero con un auge creciente día a día.

Hay quienes estiman la posibilidad de 30 secuestros diarios en la ciudad capital, agregándole los ocurridos en las diferentes ciudades capitales de estado a lo largo y ancho del país.
Es difícil la estadística, tanto para quienes llevan registro, como para los cuerpos policiales, ya que en su mayoría, quienes lo sufren se niegan a denunciar por múltiples razones. Se puede estimar un tiempo de duración no mayor de 24 horas, en el cual la victima permanece en manos de sus captores. Se inicia una negociación, vía celular, normalmente con el teléfono de la victima, por intermedio de un familiar o alguien muy allegado a la persona secuestrada, Es una negociación en donde se paga un dinero con el fin de obtener de parte del secuestrador, un vulgar canje por un objeto; que es la persona secuestrada, en las mismas condiciones saludables en que estaba cuando se cometió el delito.
Con la nueva ley anti-secuestro, el pago del rescate, no esta permitido, lo cual frena a la familia entre otras cosas, a no denunciar ante los organismos competentes. Esta modalidad de delito, no tiene hora de preferencia, puede suceder a cualquier hora, y en cualquier sitio de la ciudad. No tiene planificación, ni tiene información previa sobre la persona secuestrada, es decir: bienes, cuentas corrientes, plazos fijos, inversiones inmobiliarias, cuentas en el exterior. Es una suerte de que “como vaya viniendo vamos viendo”. Normalmente, la persona secuestrada, es rodada por la ciudad durante el tiempo del secuestro, ya que los delincuentes no tienen concha o sitio para mantener al secuestrado; y la premura de la operación así lo requiere.
Existe la mala creencia, de que el negociador puede ser un familiar o un amigo; desconociendo que hay expertos en negociaciones, que deberían hacer este trabajo. La no denuncia ante los organismos policiales, otorga impunidad a los delincuentes; y al no denunciar, se pierde la oportunidad, primero, de utilizar mecanismos electrónicos de vigilancia y seguimiento, segundo el posible reconocimiento de los delincuentes en los archivos policiales, tercero, el lenguaje utilizado, los adjetivos, el modus operandi, da a los pesquizas policiales oportunidad, para desmantelar las bandas de hampones que bajo los efectos de drogas cometen estos delitos.
Muchas veces los ineficientes y malos operativos policiales, y la participación de funcionarios delincuentes, según se desprende de lo dicho en medios de comunicación, por altos ex funcionarios de la antigua Policía Técnica Judicial, y lo declarado por el señor El Aissami, Ministro del Interior y Justicia; aunado a la falta de recursos económicos, equipos, vehículos motos, armas, etc. en los organismos para combatir el delito, imposibilita la obtención de información de inteligencia, que llevaría a la captura de estos delincuentes.
Nuestra condición de ciudadanos, nos obliga a la mayor colaboración y participación con los órganos de seguridad. Debemos estar informados de los índices de criminalidad en nuestros sitios de trabajo, residencia, y en el medio en el que nos desenvolvemos
Por último, debemos ser cautos, y no provocar que se cometan estas fechorías, no demostrar signos de riqueza usando prendas personales costosísimas, vehículos de lujo, abundante dinero en la cartera, exageración en las compras, y aplicar normas mínimas de seguridad en nuestros desplazamientos.
Francisco Daboin Lupi