UNION INDISCERNIBLE
“El islam, es la unión indiscernible de lo espiritual y lo temporal, es el reinado de un dogma, es la cadena más pesada que la humanidad haya cargado jamás”.
Ernest RENAN (1823-1892) Filósofo, Historiador y Antropólogo francés.
La frase antes citada de Renan es la síntesis, (de lo que muchos entendidos consideran), del problema musulmán y su confrontación, de hoy, con el mundo occidental.
La palabra clave aquí viene del latín discernere que quiere decir “acción de distinguir…el discernimiento del bien y del mal…cuando se obra sin discernimiento, se obra sin sentido”.
Más allá de lo dicho por Renan, universalmente se acepta que en la religión musulmana lo espiritual y lo temporal es una sola y misma cosa. En efecto se trata de una unión indiscernible entre la Religión (lo espiritual) y el Estado (lo temporal). De allí que la religión musulmana es además un código de organización de la vida y de la ciudad musulmanas con la consecuente sacralización de la sociedad que se concreta en el ESTADO TEOCRÁTICO. En otras palabras la religión domina absolutamente la vida civil, en detrimento de las libertades y los derechos ciudadanos.
Por esta vía de razonamiento se concluye que la religión musulmana (donde ella es mayoría) es incompatible (reñida) con la concepción de la separación de poderes y del Estado Laico de la Democracia occidental.
Históricamente se registra que en sus inicios, en el seno del Islam, la teología confrontó abiertamente las corrientes filosóficas sin atreverse a suprimirlas. Es a partir del año 1200 que la reacción teológica vence a la filosofía, casi por completo. Para mayor enclaustramiento, entonces el Imperio Otomano (turco) se apoderó de la hegemonía del islam e hizo prevalecer en todas partes su falta total de mente filosófica y científica. … en detrimento de la modernización social y política de la sociedad musulmana. “La libertad nunca había sido más profundamente herida por una organización social donde la religión dominaba absolutamente la vida civil”.
A la caída del Imperio Otomano, el rescate de Turquía para la historia moderna se inicia con el establecimiento de la república el 29 de octubre de 1923 con Mustafa Kemal (Atatürk) como su primer presidente. Entonces la Asamblea Nacional abolió el ministerio de la Sagrada Ley, todas las escuelas pasaron a estar bajo supervisión del Ministerio de Educación y una nueva constitución fue aprobada el 20 de abril de 1924. Durante los siguientes 10 años, hubo un proceso estable de occidentalización secular. Esas reformas hoy están en peligro con el gobierno del señor Erdogan, donde la concepción teocrática del Estado intenta sutilmente regresar.
En este espacio no podemos abundar en detalles de casos similares al de la Turquía de Atataturk. Son los casos de la Republica Arabe Unida de 1957 y la Siria de 1970. En todos ellos siempre ha estado presente la intención de revertir procesos hacia la secularización de la sociedad, en tanto y cuanto “El islam, es la unión indiscernible de lo espiritual y lo temporal, es el reinado de un dogma, es la cadena más pesada que la humanidad haya cargado jamás”.
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Fernando Gonzalo G.