on 2013/4/22 3:36:23 (581 reads)
UNIÓN O AUTODESTRUCCIÓN
Estimo que lo real y substancialmente planteado en Venezuela en estos momentos es la supervivencia del país como unidad histórico-cultural.
Si alguien quiere saber qué significa esto, lo remito al Preámbulo de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que destaca características fundamentales de la nación, describiendo así su identidad. Sólo agregaría algo allí y es lo que ha sellado el alma de nuestro pueblo desde hace cinco siglos y es su condición cristiana católica, la cual se mantiene y se entiende en perspectiva no excluyente sino respetuosa, dialogal, fraterna.
Los resultados del proceso electoral que ha tenido su punto culminante el 14 de Abril muestra una realidad que no se puede ocultar e interpela muy seriamente a quienes lideran el país a buscar un reencuentro nacional basado en el reconocimiento mutuo. El resultado de la votación nos revela un país dividido exactamente en dos mitades. División que puede llevar, o a un caminar juntos en la diversidad, o a un enfrentamiento fratricida.
Se proclama hasta la saciedad el bolivarianismo de la República. Pues bien, a menos que se lo entienda como mera fachada o disfraz, esa afirmación debe llevar a poner en práctica el pedido último y máximo del Padre de la Patria en Santa Marta: la unión de nuestro pueblo por encima de los partidos, de la pluralidad de posiciones políticas.
No podría dejar de afirmar una vez más cómo ese llamado de Simón Bolívar se sitúa en la línea del mandato del Señor Jesucristo a sus apóstoles y a los cristianos de todo tiempo, en la Última Cena: la unión, como práctica del “mandamiento nuevo” del amor y como reflejo de lo que el único Dios es: Trinidad, unión interpersonal, comunión, amor.
Ante los resultados electorales del 14-A el Episcopado Venezolano acaba de exhortar en un Comunicado: “La paz social y política del país reclama el recíproco reconocimiento de estos dos sectores mayoritarios del pueblo venezolano, pues el desconocimiento mutuo hará inviable tanto los planes del Gobierno como los aportes alternativos de la otra parte”.
Más allá y por encima de los proyectos político-ideológicos de la partes ha de privar el interés nacional, el bien común, que implica asumir a nuestra Patria como “casa común” de todos los venezolanos, no “a pesar de”, sino “precisamente por” nuestras diferencias.
O nos unimos, o nos hundimos. Pero, con el favor de Dios, saldremos adelante. No dejaremos que la República se pierda en nuestras manos.
Contacto: aipop@aipop.org / www.aipop.org Monseñor Ovidio Pérez Morales