on 2012/6/4 1:21:42 (891 reads)
Ver: Real Academia Española
Si de alguna forma podemos definir a nuestra querida Venezuela, entre otras definiciones podemos decir que Venezuela es un país de desconciertos; un país donde la desinformación, la duda, las angustias, los temores, la inseguridad (en todos los sentidos) son el lugar común de la vida cuotidiana de sus pobladores.
Ya hemos hablado en ocasiones anteriores (Boletín Nº 70) sobre las innumerables contradicciones que existen en la estructura, las leyes y en el devenir del país. Si a eso le sumamos la desinformación en la cual se mantiene a la población llegamos a esa triste conclusión: Somos un País determinado por el desconcierto, en nuestras vidas, nuestras actividades, nuestros planes y nuestro futuro.
A diario nos llegan noticias y declaraciones de personajes importantes que lejos de informar como debería ser su objetivo nos llenan de dudas y desconcierto al punto que ya en cualquier conversación que mantengamos con nuestros familiares, amigos y relacionados nunca nos ponemos de acuerdo y percibimos que cada uno de nosotros tiene una idea totalmente distinta y/o contradictoria a las del resto del grupo.
Observemos o recordemos alguna reunión que sobre temas vitales del país podamos haber realizado últimamente, casi podríamos decir que habían tantas opiniones diferentes como participantes había en ella.
No sabemos a ciencia cierta cuál es realmente el estado de salud del Presidente de la República, no sabemos si está en capacidad de participar en las próximas elecciones y de poder gobernar en caso de ganarlas. No sabemos qué futura ley podrá afectar alguna actividad que estemos interesados en emprender. No sabemos qué ocurrirá en los próximos días con nuestro signo monetario. No sabemos a ciencia cierta que pasa en las cárceles y su increíble armamento. Muchos jóvenes añoran irse del país. Nuestro futuro es incierto y solo lo percibimos a través de percepciones imprecisas e incluso cambiantes con el tiempo.
Vemos como actualmente no sabemos realmente ni quien ni desde donde se nos está gobernando, es más, es que acaso se nos está gobernando? .
Los venezolanos no debemos aceptar ni mucho menos acostumbrarnos a seguir viviendo en medio de este desconcierto. Cada uno de nosotros dentro del medio que nos rodea y con las posibilidades de las cuales dispongamos, debemos reaccionar y actuar para salir de este estado cuasi-hipnótico en el cual nos encontramos!
Ing. Sebastián Paz Codecido