on 2010/6/16 18:20:39 (1615 reads)
Durante largos años, nuestro país ha recibido grandes cargamentos de diferentes sustancias prohibidas por la ley y mantiene varias rutas de exportación ilegales, unas ubicadas en el Zulia, otras en extensas zonas de oriente, otras en el estado Falcón y algunas en el centro de la Republica.
En el pasado, los medios de comunicación ubicaban a los capos de la droga procedente de Colombia, como los operadores para estas transacciones; pero ahora acusan a miembros de organismos policiales y militares como los culpables del traslado, desde la frontera hasta los sitios clandestinos de envió de este material.
Existen expedientes en los Tribunales de la Republica, donde reposan, acusaciones contra varios soles de la Republica, y no precisamente soles por la iluminación del Astro Rey, sino por la jerarquía que representan en la institución donde han hecho vida y que es responsable del combate de este flagelo. Las rutas de destino escogidas para este tráfico de drogas han ido variando, desde los Estados Unidos, pasando por México, a utilizar los países de Centro América para llegar a África y a Europa. Los medios de comunicación reseñan casi permanentemente, la detención de venezolanos y la incautación, de grandes cargamentos de droga que han salido de los puertos y aeropuertos del país.
Algo grave que debemos considerar es que según los expertos, el 10% de la droga decomisada, ya sea en el país o fuera de nuestras fronteras, se queda para luego ser distribuida y vendida por las bandas locales, y consumida por menores de edad, que cometen después de consumirla, una infinidad de delitos.
El Estado, ha fracasado en implementar políticas para enfrentar este flagelo. La Oficina Nacional Antidrogas (ONA), creada como organismo de lucha antidroga, ha sido ineficiente, no se han realizado grandes campañas de lucha; ya sea a nivel de las escuelas, institutos de educación media o universidades, o a nivel de las fábricas, sectores populares o de la población en general.
Los medios de comunicación, tanto los impresos como la radio y la televisión, deberían ser más contundentes en sus campañas. En las fuerzas armadas y en los organismos de seguridad y de orden publico, no solamente se deberían realizar campañas, sino que también se deberían realizar exámenes quincenales de despistaje de droga; pudiendo ser esta una manera de parar su consumo.
Otra medida a tomar puede ser la revisión de las cuentas bancarias y de adquisición de bienes, tanto a funcionarios de organismos de seguridad, como a su círculo familiar. No puede ser, que funcionarios de organismos policiales, tengan caballos en el Hipódromo, si perciben sueldos de 2.500,00 bolívares mensuales; o tengan 100.000 o 200.000 bolívares colocados a plazo fijo en los bancos y adquieran vehículos lujosos para ellos y su familia.
Tememos y con mucha razón, que hayan sido infiltrados los organismos que tienen a su cargo el control y la lucha antidrogas,
Lamentamos que la ONA, por ser dirigida por un oficial de la Guardia Nacional Bolivariana, utilice únicamente en sus operaciones, a componentes de este organismo. Sugerimos la implementación y el uso de los organismos policiales, las fuerzas armadas, las juntas comunales, y de toda la población en esta batalla.
Si la victoria nos favorece, será la salvación del país y de nuestras futuras generaciones. Debemos convertimos, en uno mas de los que luchamos contra este flagelo de la humanidad.
Francisco Daboin Lupi
Contacto: franciscodaboin2002@aipop.com.ve / www.aipop.com.ve